Algo que me encanto fue sus ambientes, como mi mente los imaginaba, la comida, las descripciones deliciosas de sabores, olores y tonalidades, que lo sumergen en el universo de la obra. Se me quedara para siempre el fufú, el plato tradicional elaborado con ñame que comían Kambili y Jaja en los almuerzos.
Si bien es prácticamente una obra perfecta, solo tengo una molestia: Creo que el final se aceleró un poco. se siente precipitado, un poco atropellado. Pese a eso, no dudo al decir que La flor púrpura es una obra maravillosa.
Me llevo este parráfo al alma cuando kambili cuenta: -"Aquella noche al bañarme en un balde lleno de agua de lluvia, no me limpié la mano izquierda, la que el padre Amadi había sostenido con suavidad para quitarme la flor. Tampoco puse a calentar el agua porque tenia miedo de que la resistencia eléctrica le robara al agua el aroma del cielo. Durante el baño canté."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario