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martes, 16 de junio de 2015

Syneidesis (σῠνείδησῐς )



Buscando al maestro luthier, avanzábamos por el callejón de los violines. Era un sendero ascendente desde la capilla, un camino cercado por exóticas flores y un agradable aroma campestre.
Entre cientos de herramientas, trozos de madera y aserrín, vivía el anciano luthier. Allí el maestro pasaba sus días fabricando y restaurando instrumentos propios y ajenos, entre moldes, retazos, cuerdas y la compañía de muchos animales. La bienvenida que nos dio el maestro fue tan gentil como el camino que acabábamos de recorrer.

Mientras amablemente el artesano trabajaba en el violín de Nuit, ella recorría el mágico lugar fascinada con los instrumentos que allí habitaban; de entre todos ellos uno en particular atrapo su atención, fue como si ese violín la llamara y solicitara su caricia.
Nuit lo tomo con sus delicadas manos y solo con sentir la madera afinada creyó presentir en aquel instrumento un espíritu parecido al que vivía en su violín. tanta fue su atracción por aquel instrumento, los finos materiales y meticulosos procedimientos con que había sido creado, que por un instante, ella olvido que la música estaba en sus manos, que la música era ella. Y perdida en esa ilusión, sin ser consciente de ello y no precisamente deseando ningún mal, -simplemente las cosas así debían suceder-, una parte de de su alma, aquella que conoce lo que es bello, se hincho tanto que una burbuja de ansiedad explotó, y esa confusión, -propia de los que creen que la herramienta es la habilidad-, se adhirió a ella.

miércoles, 15 de abril de 2015

El Arte De La Vida

Emily Balivet. Mezzo Goddess, 2008


Vientos, agua, cielo, tierra,

y la fuerza de este fuego.

Lluvia, trueno, mar sin dueño,

Y el misterio a cada paso.

Alquimia emocional hundiendo las raíces

Tirando viejos trajes que ya no sirven más.