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lunes, 20 de diciembre de 2021

Querido amigo cristiano, Navidad es ...


Sliman Mansour. The last supper (لوحة العشاء الأخير), 1994


Para muchos Navidad significa: gastos inconsiderados, vacaciones, despilfarro, regalos costosos, guerra y violencia, contar las ganancias, comidas opíparas, lucir y presumir, vestidos a la última moda, lujo y derroche, viajes vanos y visitas inútiles, vacío, apariencia ...
Para muchos más Navidad significa: tiempo de alzas en el costo de la vida, más esfuerzo, más trabajo, más fatiga, no hay para regalos ni para viajes ni para vacaciones, uno queda encerrado en su propia miseria, ni siquiera hay tierra ni casa propias ...

Para Jesús, Navidad es: su nacimiento, su cumpleaños como símbolo, una invitación a la alegría; una oportunidad de paz, quiere traer felicidad, una opción por los pobres, los marginados; nacer de viaje, lejos de casa, en un establo prestado... Los pobres vienen a verlo y compartir con Él lo poco que tienen. Así son siempre los pobres: no sé reservan nada de nada; no importan tanto las cosas: valen las personas...es la alegría de las naciones, es el Salvador prometido, ansiosamente esperado...que le entrega a la humanidad el mejor regalo: su propia presencia su mensaje, toda su vida...Es uno más de la humanidad, pero ama con el corazón mismo de Dios, infinitamente...

Para María, Navidad es: el gozo de la madre que acoge a su Hijo con todo el cariño, la ternura, la entrega, el dolor por la forma en que hay que recibirlo con tantas limitaciones, angustias, privaciones, las esperanzas ahora se cumplen, las promesas Dios las seguirá cumpliendo, para sus pobres. Esta es María que ama sin envidias, que sabe perdonar, excusar, implorar, esperar, meditar y buscar sentido a los acontecimientos...Cada pobre es María, sin dinero para el hospedaje, sin encontrar cabida en los hospitales, sin una cama para recibir al hijo que sin ayuda, sin apoyo, sin palancas...El Dios nacido en estás condiciones es fiel desde este momento a su programa de vida: vivir entre los necesitados sin siquiera una piedra para reclinar la cabeza, ser uno más entre ellos: el Dios con nosotros, ser el amigo, el consuelo, el defensor, el gozo en el tiempo y la eternidad. ¡Navidad es nuestra verdadera fiesta!