En la era de las máquinas y la tecnología,
Debemos recordar que las inteligencias artificiales,
nuestras vidas se han vuelto frías y vacías,
las inteligencias artificiales nos rodean,
prometiendo una vida más fácil y sin preocupaciones.
Pero ¿Dónde queda el corazón y la emoción?
Las máquinas nos facilitan la tarea,
pero también nos hacen perder la cabeza,
la tecnocracia devino en idiocracia y a invadido nuestra era,
no hay espacio para la contemplación y la reflexión,
solo hay prisa y desesperación.
¿Dónde está la conexión humana y la compasión?
¿Dónde está el intelecto y la razón?
Nos hemos vuelto esclavos de la eficiencia y la velocidad,
olvidando que lo más importante es la calidad.
¿Acaso hemos olvidado que la vida es un regalo?
Nos portamos como máquinas, sin propósito,
cuando ellas pueden hacer muchas cosas,
pero a diferencia de nosotros,
nunca podrán entender la felicidad y la belleza.
Debemos recordar que las inteligencias artificiales,
no son inteligentes, son deductivas, sistemáticas,
un conducto de engranajes, son solo un algoritmo,
reinas de la técnica y la eufonía.
La inteligencia es una virtud de los seres vivos.