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viernes, 2 de septiembre de 2022

La Historia de Adán Ruhani



Si se reuniesen todos los sueños humanos se obtendría un hombre gigantesco, un ser humano del tamaño de un continente. Y ése no sería un hombre cualquiera, sino Adán Ruhani, el Adan celestial, antecesor angelical del hombre del cual hablan los imanes. Ese Adán antes de Adán era en el principio la tercera región del mundo, pero se exaltó tanto consigo mismo que se perdió, y cuando se recobró de ese vértigo, en sus extravíos arrojó al infierno a sus compañeros de viaje. Iblis y Ahriman, y volvió al cielo, pero entonces allí se había convertido en la décima región, pues los 7 querubines habían ascendido en el intervalo en la jerarquía celeste por encima de él. Así sucedió que el primer Adán quedó atrás: los sietes grados en la escala son la medida de su retraso respecto de sí mismo, y así nació el tiempo. Porque el tiempo no es más que la parte de la eternidad siempre atrasada. Ese Adán angelical, o bien pre-Adán, que era al mismo tiempo hombre y mujer, ese tercer ángel que se convirtió en décimo, busca eternamente alcanzarse a sí mismo, y por momentos tiene éxito, pero continuamente vuelve a caer, así que todavía hoy está vagando entre el décimo y el segundo grado de la escala de las regiones.