¿...y entonces qué es el arte?

Johfra Bosschart. De Oermoeder, 1994

Decía Andréi Tarkoski "El arte parece cumplir su función si la vida tiende a un enriquecimiento espiritual" es decir, el "arte debe ayudar al hombre a encontrar su plenitud espiritual". Tarkoski añade que él difiere de aquellos que creen que a través del arte conocemos el mundo, señalando que él no cree en la posibilidad de ese conocimiento. Pareciera que el maestro ruso hace referencia a un tipo de conocimiento intelectual, analítico, dualista que, de hecho, impide el auténtico desarrollo espiritual; este ultimo, presumiblemente, se realiza sólo a través de la intuición, el silencio y la fe.


Considero que en el arte, la intuición es un elemento muy importante, especialmente al momento en que nace una obra; al menos eso es lo que había aprendido: lo artísticamente verdadero solo se alcanza por la intuición, más cuando se trata de música. Aún cuando la construcción general puede lograrse por vía de la teoría pura y la aplicación de lo técnico y mecánico, el elemento que constituye la auténtica esencia de la creación, no surge de la teoría. Es la intuición lo que da vida a la creación.

El arte actúa primordialmente sobre la sensibilidad y por lo tanto, el mejor medio para desarrollarlo es mediante la sensibilidad. El cálculo matemático, la especulación, la deducción lógica, pertenecen al ámbito del intelecto humano, no al de la sensibilidad, así que lo que se obtiene por esas vías, no será precisamente artístico aunque sí susceptible de ser sistematizado, cuantificado, medido de todas las maneras, pero no perteneciente a los sentidos. Las medidas y las balanzas valiosas no están fuera, sino dentro del artista y constituyen lo que podríamos llamar su sentido del límite, el tacto artístico, cualidades con las que el artista nace y se potencian hasta la revelación de su vocación.

Cuando decidí que quería estudiar composición, me entusiasmaba la idea de no solo aprender lo teórico y expandir mis conocimientos acerca de la música, sino vivenciarla más de cerca, aprender a crear desde el sentido estético, desde lo sensible. Quería hacer arte más que interpretarlo mediante el uso de conceptos.

La música es el arte de lo imaginario por excelencia, un arte libre de todos los límites impuestos por las palabras, la abstracción en su mayor extensión, un arte que toca la profundidad de la existencia humana, más cercano a lo espiritual por su infinitud que a lo finito de nuestra condición humana. Un arte de sonidos que cruza todas las fronteras; …pero siento que hemos perdido como sociedad, el sentido filosófico del arte.