La astrología era la ciencia de los ritmos cósmicos, y del orden supremo. Por ello era la ciencia madre de todas las ciencias, ciencia superior a todas las otras pues mediaba entre la realidad sensible percibida por el hombre y la mente divina o el Anima Mundi. Su labor era en cierto sentido traducir el orden superior a un orden inteligible, aplicable y útil al hombre. Además a su alrededor se organizaban todas las otras ciencias y saberes, sin duda la matemática pero también, en tanto que ella estipulaba cuáles eran los órdenes legítimos -es decir el canon-, la música, la arquitectura, y todas las demás artes. E incluso, puesto que la astrología establecía las tablas de analogías y correspondencias así como los ritmos naturales dominaba sobre la medicina, a través de la farmacia y la botánica. La astrología era ciertamente la ciencia de las ciencias, pues ordenaba y limitaba a todas la otras.