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martes, 16 de junio de 2015

Syneidesis (σῠνείδησῐς )



Buscando al maestro luthier, avanzábamos por el callejón de los violines. Era un sendero ascendente desde la capilla, un camino cercado por exóticas flores y un agradable aroma campestre.
Entre cientos de herramientas, trozos de madera y aserrín, vivía el anciano luthier. Allí el maestro pasaba sus días fabricando y restaurando instrumentos propios y ajenos, entre moldes, retazos, cuerdas y la compañía de muchos animales. La bienvenida que nos dio el maestro fue tan gentil como el camino que acabábamos de recorrer.

Mientras amablemente el artesano trabajaba en el violín de Nuit, ella recorría el mágico lugar fascinada con los instrumentos que allí habitaban; de entre todos ellos uno en particular atrapo su atención, fue como si ese violín la llamara y solicitara su caricia.
Nuit lo tomo con sus delicadas manos y solo con sentir la madera afinada creyó presentir en aquel instrumento un espíritu parecido al que vivía en su violín. tanta fue su atracción por aquel instrumento, los finos materiales y meticulosos procedimientos con que había sido creado, que por un instante, ella olvido que la música estaba en sus manos, que la música era ella. Y perdida en esa ilusión, sin ser consciente de ello y no precisamente deseando ningún mal, -simplemente las cosas así debían suceder-, una parte de de su alma, aquella que conoce lo que es bello, se hincho tanto que una burbuja de ansiedad explotó, y esa confusión, -propia de los que creen que la herramienta es la habilidad-, se adhirió a ella.

Ha sido esto, creo yo, lo que provocó que algunos días después a su violín -aquel que el maestro luthier reparó- se le cayera el alma.
Los nombres nunca son una casualidad y si en el violín esa pieza se llama "alma", es precisamente porque conecta al instrumento en su totalidad. Es el elemento que hace que todo el instrumento resuene. ¿No es acaso el alma en el ser humano, aquella que conecta todo nuestro ser, desde el cuerpo hasta el espíritu y nos hace resonar con el cosmos?.

La burbuja que había explotado en el alma de Nuit, esa que despertó la confusión, también estallo en su violín, el cual se sintió indigno y temeroso en las manos de su amada, sintió que no tendría el sonido que ella anhelaba. No obstante la magia, al igual que la música, es incontenible y se niega a ser limitada por el temor humano. La angustia de Nuit al ver su violín todo, triste, silencioso no duro mucho, -como siempre- a ultima hora, todo salió bien - simplemente las cosas así debían suceder- y su violín se reconcilio con ella.

Nuit no lo sabia un, pero lo sabría, su violín le enseñaría que el poder de la música estaba en sus manos y era ella.

El día del concierto, aquel ritual tan anhelado donde el ego seria sacrificado ante la música...aún cuando los nervios parecen susurrar que las cosas podrían salir mal, en los músicos que también son magos, es más bien un nerviosismo de sentir que quizás el ego no mengue lo suficiente para permitir que la música se manifieste con plenitud y absoluta libertad. El violín de Nuit, entendiendo ese temblor en los dedos y el sudor en el cuello que besaba, supo ser humilde en las manos de su música, sabiendo que no era el mejor violín del mundo, hizo lo que pocos pueden hacer: dejar de ser, para unirse al alma humana.

El violín de Nuit, renuncio a su voluntad para unirse a una voluntad superior, la voluntad de su maga y música: Nuit. Y se integro de tal manera a ella, que el escenario parecía tan solo ella, bailando, dándole cuerpo material a la música. El violín estaba dentro de ella: Syneidesis; la operación alquímica pudo ser realizada y tuvo éxito. نصري = Victoria.

Syneidesis: El proceso por el cual una cosa, por medio de la imaginación, de une a otra. Es una trasmutación astral; una obra que solo la parte sutil del alma puede percibir.

Sospecho que el maestro luthier, mientras reparaba el violín, sintió la preocupación que el instrumento tenia y planeo toso ese ardid con él.

Probablemente, sino hubiésemos caminado por el callejón de los violines. "Syneidesis" solo habría sido el titulo de un conjunto de sonidos y no el poderoso rito que transformo muchas ALMAS, enseñándoles que la música es divina y celestial...que sin conciencia (Syneidesis), no hay música.

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